lunes, septiembre 25, 2006

Doblando Esquinas

En este momento estoy en mi cuarto en la casa donde he crecido, entre maletas, ropa con olor a limpio y un sentimiento que me exprime el corazón y los pulmones; casi no puedo respirar. Dentro de tres días miraré por última vez por los siguientes 10 meses las caras que siempre me han rodeado. Me acostaré por última vez por mucho tiempo en mi cama con las sabanas lavadas por mi abuela. Dentro de tres días miraré un cielo extraño y caras desconocidas. Dormiré en una cama que no será la mía.

Estoy a punto de hacer lo que siempre he deseado. Viajar a Europa antes de los 25. Estudiar mi maestría en España. Tomar el rumbo que deseo para mi vida. Siento que todo lo que he vivido antes de este momento fue solo un preparativo para que este momento llegara. Sin duda habrá un antes y después. Y este es el “turning point”

¿Por qué me siento así? Unos meses atrás estaba ansiosa por que este momento llegara. Cuando todo estaba listo estaba feliz pero lo sentía aun lejano. En mi mente realmente no había captado la magnitud de la situación. Simplemente para mí “prontamente” iría a España. Pero desde hace unos cuatro días para acá al parecer mi cerebro se despertó de su largo letargo y me dijo…oye te vas para España! Desde ese día no he podido dormir más de 4 horas por noche. A veces siento que no puedo respirar, mi corazón se acelera, me dan dolores estomacales, dolores de cabeza. No lo puedo evitar! El momento más importante en mi vida se acerca y siento que estoy entrando a la dimensión desconocida.

Algunas personas me dicen: “yo tú estaría feliz” y créanme lo estoy. Una parte de mi esta saltando en un solo pie. Y entonces porqué me siento así? No es la primera vez que viajo. No será la primera vez que me quedo por más de un mes fuera de mi casa. Pero esas veces eran distintas. Contaba con el apoyo de muchas personas. Y aún así lloraba todos los días por dos semanas. Me sentía completamente sola. Extrañaba todo lo que siempre había vivido.

Esta vez no conozco personalmente a nadie. No se si tendré amigos, no se si encontraré mi lugar durante ese tiempo en este otro país que no es el mio. Mi mamá? Mi papa? Mi hermano? Mi abuela, mi familia… pienso en todos ellos. Será la primera vez que dependeré exclusivamente de mi. Y eso me aterra.

Siempre he sido bastante reservada para comunicar mis nervios a otra persona. Pero esto va más allá de lo que puedo manejar yo sola. Por una parte se que necesito esta etapa para aprender a ser más adulta. Como dice la canción de Seguridad Social: “Mas allá del mar habrá un lugar donde el sol cada mañana brille más, forjaran mi destino las piedras del camino, lo que nos es querido siempre queda atrás” Pero saben, tengo temor a afrentar esto que nunca he enfrentado: yo misma. Yo misma sin apadrinamientos. Yo misma sin decoraciones. Yo misma con todos mis defectos y virtudes. Esta es una prueba final para ver como mi yo enfrenta el mundo sin fallar en el intento.

Sé que lloraré mucho en esa despedida en el aeropuerto. Me he tratado de mentalizar pero no lo puedo evitar. Solo de pensarlo me dan ganas de llorar. Sé que mis papás estarán allí despidiéndome en la planta alta del aeropuerto, mirándome a través del vidrio hasta que doble la esquina para ir al gate. Pero al momento de doblar esa esquina no solamente dejaré atrás a mis padres despidiéndome con sus manos si no que me veré a mi misma, a la niña de papi y mami despidiéndome también. Probablemente no vuelva a dormir en sabanas lavadas por mi abuela o por alguien más si no por mi misma, porque tendré que ser una mujer mucho más fuerte de la que soy ahora.

Cuantas veces nos vemos doblando esquinas que nos cambian para siempre? Son esas esquinas que tienen un antes atrás y un después más adelante. La mayoría de las veces nos aterra pensar en eso. Sabemos hacia donde vamos pero no sabemos como será el camino para llegar a ese lugar.

Yo por mi parte, en tres días doblaré esa esquina. Lo único que pido es que cuando regrese todas las personas que amo estén esperándome y se alegren de recibir a esa nueva persona que seré yo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicidades Black Cherry, este sentimiento es comun para todos los jovenes que por primera vez se enfrentan a la primera responsabilidad que es valerse por si mismos, pero no es ajeno a los que viajamos. Yo soy amante a los viajes desde pequeño y por cuestiones de trabajo he tenido que viajar mucho, cuando renove mi pasaporte la ultima vez no fue porque se vencio, fue porque literalmente no le cabia un sello mas, es mas la ultima vez que sali del pais con el, la joven de migracion me dijo que si no renovaba el pasaporte no me dejaba salir de nuevo, porque le costo encontrar una esquina para sellarlo.

Viajar es muy emocionante y la verdad es que cansa, pero el alejarte de lo que conoces, de tu tierra, de tus seres queridos es lo que en realidad te hace reflexionar y te hace apreciarlos mas, y la primera vez que lo haces por tu cuenta solo, es mucho mas dificil.

Te felicito Black Cherry porque tu sensibilidad te hizo tener una vision muy clara y el tema de doblar esquinas se me hace muy atinado.

Saludos